Cómo saber si tengo dedo de martillo
Las deformidades en los dedos del pie son uno de los problemas más comunes en traumatología. El dedo en martillo aparece con mayor frecuencia en mujeres de edad media-avanzada, que utilizan tacones altos y estrechos y que presentan antecedentes hereditarios.
Si padecemos dedo en martillo, observamos que uno (o más) dedos del pie afectado se encuentra doblado hacia abajo. Según el nivel de curvatura, veremos que no somos capaces de enderezar el dedo para igualarlo al resto.
Causas del dedo de martillo
La principal causa del dedo en martillo es la flexión sostenida de la articulación interfalángica proximal, generalmente, por el uso continuado de zapatos de tacón alto y ajustados. El paciente acaba sufriendo un desequilibrio en los músculos del pie, extensor y flexor, lo que deriva en una modificación progresiva de la estructura del pie.
Entre las causas, además de no utilizar el calzado adecuado, se encuentran:
- Poliomielitis.
- Traumatismo.
- Artritis.
- Factores genéticos.

Síntomas del dedo en martillo
Lo más normal en este tipo de enfermedades es no sentir dolor. Esto lleva a muchos pacientes a no tomar medidas al respecto y a sufrir a la larga problemas mayores. La posición del dedo afectado es similar a la de un martillo y puede ser fija o variable.
Estos son los principales síntomas del dedo de martillo:
- Presentar uno o más dedos del pie flexionados.
- Dolor o irritación en las cabezas de las falanges.
- Puntos de presión, ampollas, callos, juanetes y, en los casos más agudos, heridas abiertas.
- Sensación de incomodidad por la constante fricción con el calzado inadecuado.
- Rigidez articular y afectación en la marcha.
Complicaciones derivadas del dedo martillo
El dedo en martillo suele afectar a los dedos más pequeños del pie, fundamentales para la biomecánica y el equilibrio del pie. Esto puede conllevar a una mala distribución de la carga, formación de callos y dolor articular. Aunque menos frecuentes, también existen otras complicaciones derivadas del pie en martillo, como el pie cavo, el pie plano o los juanetes.
¿Se puede prevenir el dedo en maza?
Se puede prevenir el dedo de martillo siguiendo estas recomendaciones:
- No usar zapatos de tacón alto o con punta estrecha.
- No usar zapatos que produzcan dolor.
- Elegir zapatos que sobrepasen un poco la largura del pie, teniendo en cuenta el dedo más largo.
- Realizar ejercicios de flexión-extensión de los dedos de los pies.
Tratamiento del dedo de martillo
Si el paciente presenta dolor leve y presión solo en algunos puntos, se recomienda seguir uno o más tratamientos conservadores:
- Calzado adecuado con punta ancha.
- Anillos de fieltro para corregir la deformación y aliviar la presión de los dedos del pie.
- Plantillas ortopédicas para evitar que la enfermedad siga avanzando y prevenir la fricción de los dedos con el calzado y aliviar el dolor.
En aquellos casos en los que no es posible corregir la deformidad y el paciente sufre mucho dolor, se aplica el tratamiento quirúrgico más apropiado en función del nivel de curvatura del dedo del pie:
- Artroplastia: extirpación de la articulación interfalángica proximal que es sustituida por tejido fibroso.
- Artrodesis: fusión de las articulaciones afectadas en una posición funcional bloqueando la movilidad.
- Osteotomía de Weil: eliminación de la contractura en las articulaciones metatarsofalángica e interfalángica proximal de los dedos.
La fisioterapia se recomienda en todos los casos, independientemente del grado de deformidad o rigidez de la articulación. A través del fortalecimiento de los músculos del pie y la mejora del equilibrio muscular, se consigue reducir las molestias y la sintomatología en las primeras etapas de desarrollo.
Cuándo operar el dedo martillo
Para la solución definitiva de la enfermedad, la única vía posible es la cirugía correctora. Se recomienda en aquellos casos en los que el dolor y la rigidez articular incapacitan al paciente a realizar sus actividades diarias.
¿Qué médico trata el dedo martillo?
El tratamiento del dedo en martillo es realizado fundamentalmente por un Ortopedista especialista en pie o mano, en función de la articulación afectada. Antes de la cirugía, se encarga de realizar una exploración física, que va seguida de las correspondientes pruebas de imagen para determinar el grado de afectación articular de los dedos.